Un pastel en la cara: romance interrumpido

En lo que debería haber sido un momento acogedor y perfecto entre una pareja sonriente, el destino —o quizás un postre mal apuntado— tenía otros planes. Justo cuando el obturador hizo clic, una porción de pastel rebelde aterrizó directamente en la cara del hombre, congelando su reacción en algún punto entre la incredulidad y el asco. ¿El resultado? Una foto cómicamente trágica, tan dulce como slapstick.

Su expresión es la verdadera obra maestra aquí: cejas levantadas, labios torcidos y una mirada que dice: “¿Por qué yo?”. Mientras tanto, su pareja se inclina con una sonrisa serena, completamente ajena a la crisis pastelera que se ha desatado a centímetros de distancia. Esta instantánea es un hilarante testimonio de la imprevisibilidad de la vida, y de los postres. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos románticos, siempre hay que tener cuidado con la comida voladora.

Advertisements
Advertisements