Cuando el almuerzo decide defenderse
En la naturaleza, los depredadores dependen del sigilo, la fuerza y la sincronización en fracciones de segundo para atrapar sus presas, pero incluso los cazadores más eficientes de la naturaleza no son inmunes a un fallo digno de una foto. Esta imagen perfectamente sincronizada captura el momento exacto en que un pez intenta una huida desesperada de las fauces de un caimán hambriento. Suspendido en el aire entre la libertad y la perdición, el cuerpo del pez forma un arco tenso, mientras las fauces abiertas del caimán se ciernen como una trampa a punto de cerrarse.
Lo que eleva esta foto de documentación de la vida silvestre a territorio de fallo épico es la improbable trayectoria del pez, es como si estuviera saltando hacia el peligro en lugar de salir de él. Con las gotas de agua aún detrás, la escena está congelada en un momento de suspenso que te hace querer jadear y reír al mismo tiempo. Es la naturaleza en su estado más crudo, y más divertido, una prueba de que en el reino animal, la cena no está garantizada hasta el último bocado.