Crisis de identidad felina
Esta foto, tomada en el momento más hilarante, capta a un gato en plena invasión de aperitivos, pero lo que la hace inolvidable es cómo su cabeza real desaparece dentro de una bolsa de Meow Mix, alineándose perfectamente con la cara de gato impresa en el empaque. El resultado es una ilusión tan impecable que parece que la cara del felino ha sido reemplazada por una versión comercializada de sí mismo, completa con una inocencia de ojos muy abiertos.
El humor radica en la total inconsciencia del gato sobre lo perfecta que es su equivocación. Concentrado en llegar al fondo de la bolsa, sin darse cuenta se transforma en un producto andante. Momentos como estos son un testimonio de la comedia impredecible de las mascotas y el momento oportuno: cuando el hambre se encuentra con el arte del empaque, se obtiene oro fotográfico.