Un solo celestial
Esta foto capta una estatua en pleno fanfarre, pero gracias a una nube perfectamente situada, parece que el ángel está tocando una trompeta hecha de vapor esponjoso. El momento de la toma crea una ilusión surrealista, como si los propios cielos estuvieran respondiendo a la llamada de la escultura con un toque dramático. Lo que debería ser un solemne tributo se convierte en una humorística muestra de la sincronización involuntaria entre la naturaleza y el arte.
Es un brillante ejemplo de cómo un simple cambio de perspectiva puede convertir un majestuoso monumento en una escena cómica. El posicionamiento de la nube en el extremo de la trompeta es tan exacto que parece coreografiado por el propio universo. Ya seas un amante del arte o simplemente un transeúnte, este es un momento visual que pide una segunda mirada, y quizás incluso una carcajada.