Las enfermedades se propagan rápido


Con miles de personas compartiendo comedores, ascensores, piscinas y barandillas, no es de extrañar que las enfermedades puedan propagarse rápidamente en un crucero. Incluso un pasajero enfermo puede desencadenar una reacción en cadena, causando brotes de resfriados, virus estomacales o gripe. Los miembros de la tripulación trabajan duro para mantener la limpieza, pero los espacios reducidos significan que los gérmenes viajan rápido.

Lavarse las manos y desinfectarse es esencial a bordo. Usa las estaciones de desinfección ubicadas por todo el barco y evita tocarte la cara. Si te sientes mal, visita el centro médico e intenta aislarte. Un poco de precaución ayuda mucho a mantenerte a ti y a los demás saludables.

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