El error de la escuela


Evidentemente, la situación no podía continuar así. Los padres estaban absortos en sus propios mundos y sus hijos estaban pagando el precio. Sin embargo, parte de la culpa recaía en la escuela, que no había intervenido ni brindado apoyo cuando más se necesitaba. El acoso y el aislamiento nunca debieron haberse permitido sin control.

Pero entonces, algo inesperado sucedió. Un solo evento cambió el curso de todo. No fue un gran anuncio ni una nueva política, fue la acción de una persona con el coraje de hacer lo correcto.

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