La Conversación Sincera


La Sra. Miller creía en escuchar antes de juzgar. Invitó a los niños a su oficina y habló con ellos durante mucho tiempo, dejándolos compartir sus sentimientos sin miedo. Era evidente que estaban sufriendo profundamente. Después de escuchar su historia, supo que tenía que involucrar a los padres.

Sorprendentemente, ambos padres accedieron a venir. Por primera vez en mucho tiempo, se sentaron en la misma habitación y hablaron no de ellos mismos, sino de sus hijos. La conversación duró más de dos horas. La amabilidad de la Sra. Miller finalmente había abierto un camino hacia la sanación.

Advertisements
Advertisements