Una Llamada de Atención
Esa conversación fue un punto de inflexión. Ambos padres comenzaron a ver lo lejos que se habían desviado del camino. Obsesionados con las apariencias y la validación personal, habían pasado por alto las necesidades emocionales de sus hijos. Escuchar por lo que sus hijos habían estado pasando fue una llamada de atención que no pudieron ignorar.
Por primera vez en mucho tiempo, se comunicaron entre sí como adultos responsables. Se vieron obligados a reflexionar sobre las decisiones que habían tomado y, lo más importante, sobre qué tipo de padres querían ser en el futuro.
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