El temor de un padre

“Hubo noches en las que no podía descansar, escuchando cada crujido y susurro como si fuera una amenaza”, confesó el presentador, con su fachada de calma tambaleándose. “Cada llamada telefónica se sentía como si pudiera traer las peores noticias posibles”. Carter podía ver el agotamiento en sus ojos, el costo de la constante preocupación por el bienestar de su hija.

El peso de su realidad era mucho más profundo de lo que cualquier titular o transmisión podría transmitir. Era una pesadilla vivida en silencio, y las palabras del presentador revelaron cuán personal y aterradora se había vuelto su situación.

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