El auge de las respuestas
Cuando la primera luz del amanecer se filtró a través de las cortinas, una silenciosa sensación de alivio comenzó a llenar la habitación. El suave resplandor parecía traer consigo la promesa de que su largo calvario se acercaba a su fin. “Ya casi termina”, la voz del presentador llegó a través de la radio, desgastada y cansada, pero con una nota de esperanzadora finalidad. La idea de que la banda finalmente fuera atrapada, Avery a salvo y la amenaza inminente ahora desaparecida, les dio una renovada sensación de fuerza al enfrentarse al nuevo día.
La luz del sol que se deslizaba sobre el horizonte se sintió como el comienzo de algo nuevo, una señal de que sus problemas finalmente estaban llegando a su fin. La calidez de la mañana parecía ofrecer algo más que el comienzo de otro día: simbolizaba la resolución que habían estado esperando. Con ella, había una silenciosa seguridad de que la oscuridad de su pesadilla pronto quedaría atrás.