Siesta en cualquier lugar


Ser un cachorro es un trabajo duro. Entre aprender trucos nuevos, masticar todo, correr como loco y demandar atención constantemente, no es de extrañar que se queden dormidos tan fácilmente. En un segundo están saltando y al siguiente están desplomados en la posición más extraña imaginable.

Los dueños normalmente lo asumen, y toman docenas de fotos. Estas siestas pueden ocurrir en medio de un juego, en el suelo o incluso sobre el zapato de alguien. Pero dondequiera que duerman, siempre se ven adorables haciéndolo. Es un recordatorio de que incluso el cachorro más ocupado necesita recargar energías de vez en cuando.

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