¡Cierra el pico, perrito!
A veces, las escapadas urbanas son un lujo poco común y, por lo tanto, especialmente valiosas. Aprovechamos estas oportunidades para dejar atrás la rutina, ya sea con un viaje en coche a toda máquina hacia lo desconocido o con un vuelo a playas de ensueño en Tailandia o las Bahamas. Pero no todos los momentos de vacaciones son tan idílicos como uno se imagina, algunos pueden ser inesperadamente y dolorosamente cómicos.
Una instantánea de vacaciones inolvidable de este tipo muestra a un hombre saltando por los aires con alegre expectación, mientras que al mismo tiempo un perro con las fauces bien abiertas se dirige directamente hacia sus “joyas de la corona”. La escena es a la vez humorística y angustiosa, y uno solo puede esperar que estas vacaciones no terminen con una indeseada estancia en el hospital. Porque, sin duda, nadie quiere cambiar sus merecidas vacaciones por una intervención de urgencia para proteger las partes del cuerpo más sensibles.
