Largos días de pruebas


Durante los siguientes días, los Johnson visitaron repetidamente la clínica de la Dra. Morgan, su ansiedad creciendo con cada viaje. Nyx se portó bien durante cada prueba, lo que hizo el proceso fluido pero no menos inquietante. Cooperó con calma durante los escáneres, las muestras y los chequeos físicos, pero nadie podía explicar lo que realmente era.

La consulta del veterinario se convirtió en un segundo hogar para la familia, que pasaba horas esperando los resultados. “Tenemos que llegar al fondo de esto”, dijo el Sr. Johnson. La Dra. Morgan hizo todo lo posible por darles novedades: “Pronto sabremos algo”, prometió. Pero el suspense seguía alargándose interminablemente.

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