El Estimulador Muscular Eléctrico

Afirmando desarrollar músculo sin ejercicio, este dispositivo similar a un casco enviaba corrientes eléctricas a través de su cuerpo, haciendo que los músculos se contrajeran involuntariamente. Prometía ganancias de fuerza sin esfuerzo, atrayendo a aquellos reacios a sudar en el gimnasio.

Sin embargo, la terapia de choque a menudo era dolorosa y, en ocasiones, peligrosa. Los usuarios reportaron quemaduras en la piel, calambres musculares y palpitaciones cardíacas. Sin una regulación adecuada, estas máquinas se hicieron infames por causar más daño que bien. Los estimuladores musculares eléctricos actuales son mucho más seguros y están científicamente probados.

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