La Silla Vibratoria
Popular en spas de bienestar, esta silla vibraba vigorosamente para estimular la circulación y “sacudir” el exceso de grasa. Los usuarios se sentaban quietos mientras la silla hacía todo el trabajo.
Aunque atractiva como ejercicio pasivo, las vibraciones causaron mareos, dolor de espalda e incomodidad a muchos. Sin ninguna implicación muscular real, era poco más que un asiento elegante. Hoy en día, la terapia de vibración se utiliza bajo condiciones controladas, pero esta silla se recuerda como un truco con poco beneficio.
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