Cuando se acaban las tumbonas
Imaginabas un momento sereno junto a la piscina, con un cóctel en la mano y los dedos de los pies al sol. Pero con tantos pasajeros, las tumbonas se agotan temprano, dejando a los que llegan tarde deambulando con toallas y decepción.
Algunos huéspedes se vuelven creativos: agarran colchones o acampan sobre toallas. No es precisamente un descanso de cinco estrellas, pero bueno, aún así conseguirás tu sol y tu bebida. Solo que quizás no en una silla.
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