“Alguien que me quiere fue a un crucero y todo lo que me compró fue esta estúpida camiseta”
Los puertos suelen estar repletos de tiendas que venden recuerdos idénticos: bolsas de tela, imanes de conchas marinas y camisetas que declaran tu amor por una ciudad que apenas viste. Estas baratijas son divertidas pero rara vez representan auténticamente el lugar.
Para encontrar verdaderas joyas, tendrás que aventurarte fuera de los caminos trillados, más allá de las tiendas aprobadas por los cruceros y adentrarte en los mercados locales o las calles secundarias. Ahí es donde encontrarás recuerdos que vale la pena conservar.
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